domingo, 3 de enero de 2010

Nuestro regalo de Año Nuevo

Los últimos días de diciembre Mia tuvo una baja en su saturación, estuvo por debajo de los 75, lo cual fue muy preocupante porque era incómodo y difícil para ella llevar una buena oxigenación a todo su cuerpito, por lo tanto le era difícil tomar fácilmente su lechecita y dormir tranquila. Sin embargo, pese a eso, el día primero como regalo de año nuevo, todo cambió, tomó la cantidad de leche a la que está acostumbrada y estuvo muy pero muy contenta, desde que llegamos se la paso riendo y jugando con nosotros, ese fue el mejor regalo: SER LA MISMA DE SIEMPRE, SER ELLA MISMA! Te amamos tanto mi princesita, gracias mi vida, mi sol, mi todo, nos vemos mañana mi campeona.

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