jueves, 1 de octubre de 2009

Mi segundo día.

22/9/2009
Me levanté a las 5 a.m. La enfermera Fukahara llegó a las 6:50 a.m. a chequear los latidos del corazón de mi bebé. Ésta vez sólo pude escuchar su corazoncito con una máquina pequeña que la enfermera tuvo siempre en la mano, ésta máquina sólo chequea los latidos del corazón de Mia, más no sus movimientos ni mis contracciones.
Después tuve el control de mi presión arterial y nuestro chequeo correspondiente. Estamos bien, Mia se mueve fuerte y regularmente, pero debido a que se mueve repentinamente de un lugar a otro, a veces los sensores no captan bien sus latiditos y las enfermeras tienen que venir a ajustar bien los sensores. Siendo así que al darme cuenta que la máquina registraba algo inusual, no dude en apretar el botón de emergencia y llamar a la enfermera quien después de preguntarme por el intercomunicador que sucedía, vino pronto y me explicó lo que había sucedido. ¡Ay Mia eres muy inquieta!.
Luego de las revisiones y las visitas consecutivas de las enfermeras (al día entran como 10 o 12 veces), a eso de las 11:30 a.m. me quedé dormida esperando la llegada de Fer y mi mamá. Un NOC - NOC a las 11:50 me despertó, habían llegado con frutas y dulces para mi, sentí tanta felicidad de verlos que los abracé y besé, pero me arrepiento de no haberlo hecho más fuerte porque ahora no los veré por 4 días. Tomé mi almuerzo rápidamente y los acompañé al comedor para que almorzaran. A propósito, mi mamita comió todo con palitos, es una mujer muy hábil, Fer y yo nos pusimos contentos.
El día de ayer pudimos visitar la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y así lo hicimos, nos conmovimos mucho al ver varios bebés conectados a muchas máquinas, pero fue bueno hacerlo, así nos damos una idea de lo que próximamente tendremos que afrontar, todos esos bebes son unos angelitos que están luchando por recuperarse. ¡A ustedes amigos les pido que oremos porque todos los bebés se recuperen pronto y hagan felices y dichosos a sus respectivos hogares!.
Luego regresamos a la habitación a conversar y esperar que llegué el monitor nuevamente para escuchar a Mia, la escuchamos y sentimos moverse en mi vientre.
Desafortunadamente llegó la hora de la despedida a las 6 p.m., Fer y mi mami se fueron a Tokyo, y Mia y yo nos quedamos extrañándolos. Y todos contamos las horas por vernos el viernes.
Yrma Flores

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida Yrma
Es increíble verte cada día. De dónde sacas esa entereza, esa dedicación de madre que hace todo lo posible por cuidar a su pequeña. Quizás porque sabes que no habrá mucho tiempo que separé su nacimiento y sus operaciones y desde ahora tienes que enseñarle a Mia a luchar. Puedes quedarte tránquila, pues con una maestra como tú, ella saldrá airosa de este desafió de la vida.
Fer