Después de que se fueron Fer y mi mami, regresé a mi habitación y vi un poco de televisión, mientras veía la tele, sentí pequeños dolorcitos en la parte baja del vientre, los mismos que sentí cuando me pusieron el monitor por al tarde, estos dolorcitos no pararon y fueron casi continuos. Cuando venían las enfermeras me preguntaban como iba y yo les decía que aún los tenía, me quedé pensando si ya estaría empezando el trabajo de parto y si Mia estaba haciendo de las suyas, me puse feliz y cada vez que sentía los dolorcitos, saltaba de felicidad, y Mia también se movía muchísimo. Mandé E-mails a Fer contándole como estaba y que tuviera el celular a mano por si acaso algo acontecía; pero nada sucedió, eran las doce y treinta p.m. y me quedé dormida, me levanté a las 4 a.m. y ya esos dolorcitos habían desaparecido, luego me puse a revisar los documentos del hospital y luego ver la maleta de Mia, así llegaron las 5:45 a.m. y el sueño me venció, me acosté y a las 6:30 a.m. la enfermera ingresó a examinar mi vientre, le conté como había pasado la noche y me dijo que Mia se estaba preparando para salir, pero todavía no era tiempo de alarmarse.
El 2009 llegó a mi vida con grandes sorpresas. Nos mudamos a Tokio, y en enero Dios bendijo mi hogar y mandó una cigueña. Desde esa fecha mi vida ha cambió muchísimo y sentí un cambio,una revolución en mí, la mejor de todas, de ahí el nombre de este blog. Aquí contaré todo a partir de mi embarazo y nuestra lucha por salir adelante, ya que mi bebé ha sido diagnosticada con problemas cardíacos cuando tenía 23 semanas. Mia no sabes con cuanto amor y dicha te esperamos tus papis.
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