Esperamos 5 minutos y frente a nosotros apareció la figura del doctor Sakamoto, sabíamos que era el protocolo de siempre: recibir indicaciones y esperar. Así fue, el doctor nos volvía a explicar los procedimientos a seguir y los tiempos que duraría en general, mientras él hablaba, yo, sabía que arriba, en el cuarto piso, a mi princesa la estaban sedando y alistando para su operación. Mi mente estaba sólo pensando en ella, mi princesa, mis oídos escuchaban al doctor sólo por momentos, en otros sólo escuchaba mi propia voz, mi pensamiento y mis angustias. En líneas generales, el doctor nos dijo que la operación empezaría en dos horas, a las 11 de la mañana, y que hasta las 11 a.m. a MIA se le harían una serie de procedimientos indispensables para tenerla lista antes de la cirugía, también nos dijo que cualquier complicación que se presentara, ellos saldrían inmediatamente a avisarnos, pero si todo iba bien, no saldrían. Sólo teníamos que esperar, mientras no salieran a vernos era lo mejor, que nos quedáramos tranquilos, que así demoraba el procedimiento, que tuviéramos mucha paciencia, que probablemente al pasar las 2 de la tarde ya tendrían noticias. Yo, sólo me repetía, NO QUIERO VER A NINGUN DOCTOR, NO QUIERO VER A NADIE CON UNIFORME HASTA QUE TERMINE TODO. También nos dijo que al terminar de operarla, él mismo saldría a avisarnos cómo había salido todo.
Fue Fer quien desde el principio de la conversación con el doctor Sakamoto había entendido perfectamente que sería él mismo quien operaría a MIA, en cambio yo, sólo al final de la operación pude confirmarlo con Fer. Además de Sakamoto, estarían la doctora Tosaka y el doctor Murata de asistente, los tres cirujanos del corazón, y otros doctores más de diversas especialidades, todos ellos estarían a cargo de mi princesa. De acuerdo a lo que nos dijo el doctor Suzuki días previos, el grupo que estaría a cargo de MIA entre doctores y enfermeras estaría compuesto por unas 14 personas.
Antes de retirarse, el doctor Sakamoto nos preguntó si habíamos entendido la explicación, le dijimos que SI, entonces sólo nos dijo: ESPEREN CON TRANQUILIDAD.
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